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Los hilos tensores, son una técnica mínimamente invasiva utilizada en medicina estética para tensar y levantar la piel de forma no quirúrgica. Consisten en hilos finos hechos de material biocompatible que se insertan debajo de la piel para estimular la producción de colágeno y proporcionar un efecto lifting.

Estos hilos se introducen mediante una aguja o cánula en la capa subcutánea y, una vez colocados, se anclan en el tejido para sostener y reafirmar la piel. Pueden aplicarse en diferentes áreas del rostro y el cuerpo, como las mejillas, el cuello, los brazos o los glúteos, para tratar la flacidez y restaurar la firmeza de la piel.

El procedimiento es relativamente rápido y se realiza con anestesia local, lo que minimiza las molestias para el paciente. Aunque los resultados son visibles de inmediato, el efecto completo se aprecia gradualmente a medida que el colágeno se va regenerando, lo que puede durar varios meses. Los hilos tensores ofrecen una alternativa menos invasiva y con menos tiempo de recuperación que la cirugía estética tradicional.